1.
INTRODUCCIÓN.
Un largo camino fue recorrido, de las máquinas
impulsadas por aire comprimido en Alejandría a los ingenios neumoeletrónicos de
nuestros días. Por lo tanto, el hombre intentó siempre aprisionar esta fuerza
para colocarla a su servicio, con el único objetivo: controlarla y hacerla
trabajar cuando sea necesaria.
Actualmente, el control del aire suplanta los
mejores grados de eficiencia, ejecutando operaciones sin fatiga, economizando
tiempo, herramientas y materiales, además de fortalecer seguridad al trabajo.
El término neumática es derivado del griego Pneumos
o Pneuma (respiración, soplo) y es definido como la parte de la Física que se ocupa de la
dinámica y de los fenómenos físicos relacionados con los gases o vacíos. Es
también el estudio de la conservación de energía neumática en energía mecánica,
a través de los respectivos elementos de trabajo.
2.
AUTOMATIZACIÓN CON AIRE COMPRIMIDO.
1.1
Ventajas e Inconvenientes.
Incremento de
la producción con una inversión relativamente pequeña.
El aire comprimido necesita de una buena preparación
para realizar el trabajo propuesto: se debe retirar las impurezas, eliminar la
humedad para evitar corrosión en los equipos, atascamientos u obstrucciones,
así como mayores desgastes en partes móviles del sistema.
Reducción de
los costos operacionales.
La rapidez en movimientos neumáticos y la liberación
del operario en efectuar ejecuciones repetitivas, potencian el aumento del
ritmo de trabajo, aumentan la productividad y, por tanto, generan un menor
costo operacional.
Los componentes neumáticos son normalmente
proyectados y utilizados a una presión máxima de 1723,6 kPa. Por lo tanto, las
fuerzas envueltas son pequeñas comparadas a otros sistemas.
De esta manera, no es conveniente el uso de
controles neumáticos en operaciones de extrusión de metales.
Probablemente, su uso es ventajoso para recoger o
transportar las barras extraídas.
Robustez de
los componentes neumáticos.
La robustez inherente a los controles neumáticos los
convierte relativamente insensibles a vibraciones y golpes, permitiendo que
acciones mecánicas del propio proceso sirvan de señal para las diversas
secuencias de operación. Son de fácil mantenimiento.
Velocidades muy bajas son difíciles de ser obtenidas
con el aire comprimido, debido a sus propiedades físicas. En este caso, se
recurre a sistemas mixtos (hidráulicos y neumáticos).
Facilidad de
implantación.
Pequeñas modificaciones en las máquinas
convencionales, junto a la disponibilidad de aire comprimido, son los
requisitos necesarios para la implementación de los controles neumáticos.
El aire es un fluido altamente compresible, por lo
tanto, es imposible conseguir paradas intermedias y velocidades uniformes.
El aire comprimido es un contaminante del medio
cuando se efectúa las liberación del aire (contaminación sonora) hacia la
atmósfera.
Esta contaminación puede ser evitada con el uso de
silenciadores en los orificios de escape.
Resistencia a
ambientes hostiles.
Polvo, atmósfera corrosiva, oscilaciones de
temperatura, humedad, inmersión en líquidos, raramente perjudican los
componentes neumáticos, cuando están proyectados para esa finalidad.
Simplicidad de
manipulación.
Los controles neumáticos no necesitan de operadores
súper especializados para su manipulación.
Seguridad.
Como los equipos neumáticos implican siempre
presiones moderadas, llegan a ser seguro contra posibles accidentes: en los
equipos y con, el personal, además de evitar problemas de explosiones.
Reducción del número de accidentes. La fatiga del
operador es uno de los principales factores en crear accidentes laborales; y
con la implementación de controles neumáticos, se reduce su incidencia (menos
operaciones repetitivas).
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